Si alguna vez visitas Murcia y preguntas por la tapa más típica, no tengas duda de que alguien pronunciará esta palabra con una sonrisa: marinera. No es solo una tapa. Es un símbolo, una tradición, un pequeño capricho salado que acompaña a la perfección una cerveza bien fría, una caña, una clara o un vermú. La marinera es una institución en los bares murcianos, y su éxito radica en su sencillez: una rosquilla crujiente, una cucharada generosa de ensaladilla rusa y, coronando la cima, una anchoa en salazón. ¿Y sabes qué? Está deliciosa.
Pero la historia no termina aquí. Porque si en vez de una anchoa le pones un boquerón, lo que tienes se llama marinero. Y si te saltas el pescado y solo dejas la ensaladilla sobre la rosquilla, lo que estás pidiendo es una bicicleta. Y todavía hay más: si juntas anchoa y boquerón, eso ya es un matrimonio. Porque sí, en Murcia hasta las tapas tienen vida propia, relaciones, y hasta nombres entrañables.
En este artículo te vamos a contar cómo preparar una buena marinera en casa. La receta es sencilla, pero como todo lo bueno, tiene sus truquillos. Y, además, te contaremos un poco del alma murciana que hay detrás de este pequeño pero poderoso bocado.
Un poco de historia… o leyenda de barra
No hay un acta oficial que documente el nacimiento de la marinera, pero muchos coinciden en que surgió en algún bar murciano a mediados del siglo XX. La rosquilla era un snack típico, barato y fácil de encontrar. La ensaladilla rusa, una receta que ya había viajado desde Rusia hasta toda Europa, se había convertido en parte del recetario habitual español. Y la anchoa, pues qué decir: en un país rodeado de mar, el pescado en salazón ha sido durante siglos un manjar accesible. La combinación de estos tres elementos fue algo así como un golpe de genialidad espontáneo. Y así nació una de las tapas más queridas de Murcia.
Hoy en día, pedir una marinera no es solo comer algo rico. Es formar parte de una cultura, de una forma de vivir el aperitivo. Es tomarse un respiro, charlar con amigos, mojar pan o reírse cuando la anchoa se escapa al primer mordisco (porque sí, pasa a menudo).
¿Te animas a prepararla en casa?
Aunque lo ideal es tomarla en una terraza de Murcia, mirando el sol, también puedes prepararla en tu casa, donde quiera que estés. Aquí te dejamos la receta clásica, pero recuerda que la magia está en adaptarla a tu gusto.
Ingredientes (para unas 8-10 marineras):
- 3 patatas medianas
- 2 latas de atún (preferiblemente en aceite de oliva)
- 100 gramos de aceitunas sin hueso
- 200 gramos de variantes (mezcla de pepinillos y zanahoria en vinagre)
- 1 huevo duro
- 1 bote de mayonesa (puede ser casera o comercial, como prefieras)
- Rosquillas murcianas (de las duras, tipo “roscos salados”)
- Anchoas en salazón (para la versión marinera)
- Boquerones en vinagre (para la versión marinero)
Paso a paso: cómo hacer una marinera perfecta
- Cuece las patatas y el huevo
Lava bien las patatas, sin pelarlas, y ponlas a cocer en abundante agua con un poco de sal durante unos 45 minutos. El tiempo dependerá del tamaño, pero sabrás que están listas si al pincharlas con un tenedor están blandas.
Mientras tanto, cuece también el huevo (unos 10 minutos serán suficientes). Cuando esté listo, enfríalo con agua y pélalo.
- Prepara la ensaladilla
Pela las patatas cocidas y cháfalas con un tenedor en un bol grande. No es necesario que queden completamente trituradas: un poco de textura siempre viene bien.
Añade el atún bien escurrido, el huevo troceado, las aceitunas cortadas en láminas finas y los encurtidos picados. Mezcla todo con cuidado y añade mayonesa al gusto hasta obtener una textura cremosa. Algunas personas prefieren que la ensaladilla esté muy untuosa, otras más seca. ¡Tú decides!
Prueba y ajusta de sal si hace falta.
👉 Truco murciano: hay quienes añaden también zanahoria cocida, guisantes o incluso una pizca de mostaza para darle un toque especial. ¡Experimenta!
- Monta la marinera
Este paso requiere un poco de delicadeza. Coge una rosquilla y con una cucharita coloca una porción generosa de ensaladilla encima. No escatimes, pero tampoco te pases o se desbordará al primer mordisco.
Después, coloca con cuidado una anchoa sobre la ensaladilla. Algunos la ponen entera, otros la cortan por la mitad. Depende del tamaño de la rosquilla y de tu pulso.
Y listo. Así de fácil y así de delicioso.
Variantes con nombres divertidos
Una de las cosas más geniales de las tapas murcianas es que tienen nombres con personalidad. Aquí te los explicamos todos para que no te pierdas la próxima vez que pidas en un bar:
- Marinera: rosquilla + ensaladilla rusa + anchoa.
- Marinero: rosquilla + ensaladilla rusa + boquerón.
- Bicicleta: rosquilla + ensaladilla rusa, sin pescado.
- Matrimonio: anchoa + boquerón (normalmente sin rosquilla).
Y como curiosidad: si la rosquilla se rompe al primer intento (que ocurre muy a menudo), no te enfades… ¡eso también es parte del ritual! En Murcia se dice que “una marinera que no se rompe no es murciana”.
Un bocado que engancha
Aunque la marinera es una tapa muy calórica por la mayonesa y la rosquilla, es tan sabrosa que nadie se resiste. Además, es un plato equilibrado: carbohidratos, proteína, algo de grasa, vegetales y mucha tradición. En muchos bares se sirve con un palillo pinchado para evitar accidentes, pero lo divertido es comérsela sin ayuda, a lo valiente.
Y si quieres hacerla más ligera, puedes preparar una mayonesa casera con aceite suave o sustituirla por yogur natural con unas gotas de limón. Aunque, claro, los puristas dirán que entonces ya no es una auténtica marinera…
¿Dónde tomar la mejor marinera en Murcia?
Esta es una pregunta que genera debates acalorados. Cada murciano tiene su lugar favorito. Algunos recomiendan el bar Gran Bar, otros apuestan por el mítico Salzillo, y muchos dicen que en la Plaza de las Flores se encuentran las más auténticas. Lo cierto es que cada bar tiene su versión, y la única manera de descubrir la mejor es… ¡probarlas todas!
Conclusión: una tapa con alma murciana
La marinera es mucho más que una combinación de rosquilla, ensaladilla y anchoa. Es un símbolo de lo cotidiano, de lo simple y delicioso. Es una excusa perfecta para reunirse con amigos, disfrutar del sol murciano, tomarse algo fresco y reírse cuando la anchoa se desliza por sorpresa.
Si todavía no la has probado, te animamos a prepararla. Y si ya la conoces… ¡seguro que te han entrado ganas de repetir!
Porque en Murcia, el aperitivo no se entiende sin una marinera.



