El río Segura: un gigante fluvial que atraviesa el corazón del sureste español

Carmen Hernández 7 min 0 Comentarios
Instituto Hispánico de Murcia - El río Segura: un gigante fluvial que atraviesa el corazón del sureste español

Puede que lo hayas cruzado mil veces caminando por Murcia, o que lo hayas visto desde un puente en Cieza, Orihuela o Guardamar. Puede que incluso lo hayas fotografiado al atardecer o durante una riada. Pero… ¿cuánto sabes realmente sobre el río Segura? Este río, que da vida (y a veces sustos) al sureste de la península, es mucho más que un cauce de agua. Es historia, es economía, es naturaleza… y también un símbolo de la región.

Acompáñanos a descubrir todos sus secretos: desde su nacimiento en la montaña hasta su llegada al Mediterráneo, pasando por sus inundaciones, sequías, embalses, afluentes y hasta sus problemas con la contaminación.

¿Dónde nace el Segura? Spoiler: en un rincón mágico de Jaén

Aunque muchos lo asocian con Murcia, el Segura comienza su viaje muy lejos de la capital murciana. Su punto de partida está en la Sierra de Segura, en la provincia de Jaén, a unos 1.450 metros de altitud. Allí, en una pequeña aldea llamada Fuente Segura, dentro del municipio de Santiago-Pontones, el agua brota de forma casi mágica entre rocas, pinos y montañas. Este manantial, que parece sacado de una película de fantasía, marca el inicio de un recorrido de 325 kilómetros.

Desde ahí, el río empieza su camino atravesando cuatro provincias: Jaén, Albacete, Murcia y Alicante. Finalmente, desemboca en el Mar Mediterráneo, en la localidad alicantina de Guardamar del Segura, que, como su nombre indica, le debe mucho a este río.

Una cuenca enorme (y muy trabajada)

A lo largo de su recorrido, el Segura recoge agua de una cuenca hidrográfica de nada menos que 14.936 km², aunque si añadimos las ramblas costeras de Alicante y Murcia que forman parte de su confederación hidrográfica, el total asciende a 18.870 km². Dicho así puede no impresionar mucho, pero estamos hablando de una extensión más grande que países como Montenegro o El Salvador.

Esta cuenca se divide normalmente en tres grandes tramos: curso altocurso medio y curso bajo. Cada tramo tiene sus paisajes, sus particularidades, su caudal… y sus problemas.

Un río con personalidad mediterránea (y mucho carácter)

El Segura no es un río como los del norte de España, con aguas abundantes todo el año. Este es un río mediterráneo, con todo lo que eso implica: caudales irregularescrecidas inesperadas en otoño, y largos periodos de sequía. Su comportamiento responde principalmente al clima: en la cabecera es pluvio-nival (alimentado por lluvia y nieve), pero a medida que desciende y avanza hacia el este, se convierte en un río pluvial mediterráneo.

Esto significa que puede pasar de estar prácticamente seco en verano a desbordarse de forma impresionante tras una gota fría en octubre. De hecho, las riadas del Segura son legendarias. En la memoria colectiva murciana todavía resuenan las imágenes de la riada de Santa Teresa en 1879, una de las más destructivas, o las más recientes de 2016 y 2019, con barrios inundados y cultivos arrasados.

Embalses, trasvases y un equilibrio delicado

Para controlar su caudal y garantizar agua para los cultivos y las ciudades, el Segura cuenta con una red de más de 20 embalses. Estos no solo regulan el agua en épocas de lluvia, sino que permiten almacenar el recurso para los meses más secos, especialmente para el riego en Murcia y Alicante, donde la agricultura intensiva es protagonista.

Pero incluso con todos esos embalses, el Segura necesita una ayudita extra. Por eso, en la Vega Alta del Segura, recibe una inyección de agua vital gracias al trasvase Tajo-Segura, una infraestructura polémica pero crucial que conecta el río Tajo con el Segura y desemboca en el embalse del Talave, a través del río Mundo.

Gracias a este trasvase, se puede garantizar el riego de cultivos como el limón, la lechuga o el melón, que convierten a Murcia en una potencia agrícola europea. Sin él, la región sufriría una sequía estructural constante.

Contaminación, desastres y… esperanza

No todo en el Segura ha sido bonito. Durante décadas, especialmente en el siglo XX, el río se convirtió en un vertedero fluvial, recibiendo aguas residuales sin depurar de industrias, ciudades y explotaciones agrícolas. El curso bajo, entre Murcia y Guardamar, era tristemente famoso por sus aguas negras y su olor pestilente.

Pero en las últimas décadas, gracias a importantes inversiones en depuración y recuperación ambiental, el río ha mejorado considerablemente. Hoy en día, es posible ver peces, aves y vegetación en zonas donde antes solo había basura. Incluso han regresado especies como la nutria, un indicador de buena calidad del agua. Y aunque aún queda mucho por hacer, el Segura está volviendo poco a poco a ser un río vivo.

Más que agua: cultura, vida y paisajes

El Segura no solo transporta agua: también lleva consigo historias, cultura y vida. A lo largo de su recorrido encontramos pueblos ribereños que han crecido junto a él y que dependen en gran medida de sus aguas: CiezaBlancaArchenaMurciaBenielOrihuelaRojales… Y por supuesto, Guardamar, que lo despide en el mar.

Este río ha inspirado canciones, poemas, refranes y tradiciones. En muchos pueblos se celebran fiestas ligadas al río o a sus acequias. No hay que olvidar que el sistema de regadío murciano, heredado de los árabes, es uno de los más antiguos y eficientes del mundo.

Además, a lo largo de su curso se pueden disfrutar paisajes espectaculares: desde la Sierra de Segura, con su aire puro y sus bosques, hasta los huertos del Valle de Ricote, el Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja o el Parque Segura en el centro de Murcia, ideal para dar un paseo o hacer deporte.

Un río que necesita que lo cuidemos

El río Segura es, sin duda, una de las joyas naturales del sureste peninsular. Pero también es frágil. Sus aguas están sobreexplotadas, sus riberas en algunos tramos sufren degradación, y los efectos del cambio climático empiezan a sentirse con más fuerza: menos lluvias, más calor, más riesgo de incendios y más presión agrícola.

Por eso, es responsabilidad de todos —ciudadanos, instituciones, agricultores y visitantes— proteger este recurso. Cuidar el Segura es cuidar nuestra salud, nuestro medio ambiente, nuestra economía y nuestro futuro.

¿Te animas a conocerlo mejor?

Si estás en Murcia o en la zona del Levante, te invitamos a explorar el río Segura con otros ojos. Haz una ruta en bici por sus márgenes, visita alguna de sus fuentes o embalses, descubre los espacios naturales que lo rodean o simplemente siéntate a su lado a escuchar el agua fluir.

Porque el Segura no es solo un río: es una arteria que da vida a un territorio único. Y cuanto más lo conozcas, más lo querrás.

 

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ESCRITO POR Carmen Hernández
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¡Hola! Mi nombre es Gabriela. Soy una chica bastante extrovertida, con ganas de hacer cosas nuevas y, como no, de conocer personas de diferentes partes del mundo. Me encantan los animales, la naturaleza, la fotografía y el arte. Además, toco el clarinete.

Estudié Grado en Publicidad y Relaciones Públicas, un máster en Marketing Digital, otro máster en Formación del Profesorado, un post-máster en Habilidades y Liderazgo Empresarial y la especialización en Neuromarketing.

Estaré encantada de recibirte y poder resolver todas tus dudas con la mejor de mis sonrisas y atenciones.